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ROMY SCHNEIDER

La emperatriz de Austria

 

 

 

 

 

 

 

 

Romy Schneider fue una actriz germano francesa nacida en Austria. Realizó una carrera artística destacada. Representó el papel de la emperatriz Isabel de Baviera en la trilogía Sissi, Sissi emperatriz y El destino de Sissi, y recibió el premio César a la mejor actriz en dos ocasiones, por sus interpretaciones en las películas Lo importante es amar y Una vida de mujer. Nació un 23 de septiembre de 1938 en la ciudad de Viena, Austria. Su nombre completo fue Rose-Marie Albach. Su veta artística la heredó, ya que procedía de una familia de importantes actores. Su madre, una mujer de origen alemán llamada Magda Schneider, era conocida mundialmente por su trabajo en Liebelei, del cineasta alemán Max Ophüls. Su padre, el actor de teatro Wolf Albach-Rhetty, era hijo de la actriz Rosa Rhetty, quien fue conocida con el sobrenombre de la Sarah Bernhard austríaca. Magda y Wolf se casaron en 1936, en pleno apogeo de sus carreras. Luego, en 1938, nació la pequeña Romy, como la llamaban en su casa, pero pronto el matrimonio de sus padres fue desgastándose. Pese al malestar de la vida conyugal, nace en 1941 Wolf, el segundo hijo de la pareja. La situación era insostenible, la separación se aproximaba y Wolf padre decide irse tras los pasos de la actriz alemana Trude Marlen.

 

A los diez años Romy se encontraba en un internado de monjas en Austria. Allí se recreaba con obras de teatro esta pequeña niña, solitaria por las pocas visitas de sus padres. Emprende viajes ficticios a través de los caminos de los sueños, soñando algún día actuar con su actor favorito: Orson Welles.

 

¿Por qué surge el mito de Sissi?

 ¿Cuándo se rodaron la trilogía cinematográfica?

 ¿Cómo fue su vida?

 

La vida de la emperatriz Elisabeth fue filmada en 1955 … después de hacer un casting de miles de muchachas para encarnar a la Emperatriz...El estreno fue el 21 de diciembre de 1955 en Viena, bajo la dirección de Ernst Marischka. La primera película se llamó Sissi . Cuando la película resultó ser un gran éxito de taquilla , se hicieron las secuelas. Sissi, la joven emperatriz (1956) y Sissi, los años fatídicos de una emperatriz (1957) . La serie de películas es una de las producciones cinematográficas en idioma alemán más exitosas e hizo famosos a ambos actores. Millones de visitantes acudían a los cines, todos querían ver a Sissi.  El retrato de Romy Schneider de la joven y hermosa emperatriz creaba una imagen transfigurada de Isabel que no se correspondía con la realidad. Era la era posterior a la Segunda Guerra Mundial y la gente anhelaba un escenario idílico como el que se presenta en esta trilogía. En realidad, Sissi, se dice que era distante y no quería ser retratada ni fotografiada. Apenas apareció en público y eso fue exactamente lo que desencadenó el gran interés y curiosidad de la gente. Romy Schneider nació el 23 de septiembre de 1938 en Viena . Su madre fue la actriz alemana Magda Schneider, quien también interpretó a su madre en la trilogía Sissi. Su padre fue el actor vienés Wolf Albach-Retty. Romy luego se distanció del papel, pero también la trajo un gran avance en todo el mundo... Con 20 años ella estaba con Alain Delon. Por él se fue a París y los dos se convirtieron en pareja. En 1969 estaba rodando con Delon. Cuando la relación con Alain se rompió, Romy Schneider volvió a Alemania.... Se casó dos veces y tuvo dos hijos.

 

 

 

Karlheinz Böhm, el emperador Francisco José en la trilogía de Sisee, nació en Darmstadt el 16 de marzo de 1928 , tenía un padre en Graz y una madre en Munich. Tenía ciudadanía austriaca y fue un actor exitoso, apareciendo en alrededor de 45 películas. Es mejor conocido y famoso por su proyecto „Personas para personas“ . Al hacerlo, ayudó a las personas necesitadas en Etiopía a tener una vida mejor. Falleció en 2014 a la edad de 86 años Karlheinz Böhm se casó cuatro veces y dejó diez hijos. Todavía hoy es una tradición mostrar la trilogía cinematográfica de Sissi en la televisión austriaca en Navidad. En muchas otras películas, musicales y libros , Elisabeth fue conmemorada. El mito de Sissi no ha perdido actualidad hasta el día de hoy y muestra a una mujer que se convirtió en leyenda debido a su peculiar estilo de vida . Estaba muy adelantada a su tiempo y seguramente sería una influyente exitosa en Instagram en estos días. Muchos también compararon a la princesa Diana con la emperatriz Elisabeth. Ambas vidas llegaron a un final trágico y tal vez por eso siempre las recordaremos. Sugerencia, vale la pena ir a Viena y visitar el palacio Imperial, donde se rodaron cientos de escenas y donde aún se rinde tributo a la Emperatriz de Austria.

 

 

 

 

 

Muy pronto logró el éxito con películas románticas que ensalzaban su enorme belleza.. Su papel de emperatriz Sissi la convirtió en estrella internacional. La perfección delicada de rostro y de su figura, la azul candidez de su mirada y la gracia de sus maneras juveniles cautivaron al público más refinado de finales de los años 50. Ella era la reencarnación en celuloide de la emperatriz, arquetipo de una época ideal perdida para siempre en el recuerdo, unos años alegres, prósperos y rebosantes de romanticismo. Desde entonces fue siempre favorita del público...Se hizo mas famosa por el papel de Christine en la excelente película Amoríos, de Max Ophüls. Romy pasó parte de su infancia en un internado de monjas, en donde cogió afición por el teatro. Cuando regresó a casa su madre se había casado de nuevo, y ella quiso entonces estudiar en la Academia de Bellas Artes. En 1938 su madre comenzó a rodar la película Lilas blancas, y el director ofreció a Romy un papelito pequeño para encarnar a su hija. Fue el debut de la actriz, con tan sólo 15 años, y lo hizo realmente bien. Tanto que le empezaron a ofrecer papeles en películas, que su madre escogía con meticulosidad, y así dos años depués le ofrecieron el papel de la emperatriz Elizabeth de Austria en Sissi. Su trabajo esmerado y el atractivo de la joven hicieron un tándem extraordinario y el film fue todo un bombazo. A los pocos meses, el mismo director, Ernst Marischka, rodó con ella Sissi emperatriz  y El destino de Sissi , pero al cabo de los años todavía volvería a repetir personaje hasta en otras dos películas más: Forever My Love (1962) y, diez años después, Ludwig (Luis II de Baviera), dirigida por Luchino Visconti. Se entiende que con esas cinco películas, el personaje de Elizabeth de Austria haya quedado tan ligado a la bella actriz vienesa.


Recibió una carta de Orson Welles para que trabajara con él. Romy vio así cumplido un sueño desde niña y marchó a Estados Unidos para rodar El proceso. También en Estados Unidos rodaría ese mismo año y el siguiente The Victors y Préstame a tu marido, esta última con Jack Lemmon. Aunque con seguridad su mejor papel en Hollywood fue el de la inolvidable Annemarie de El cardenal, dirigida por su paisano Otto Preminger. La actriz recibió por el papel una nominación al Globo de Oro. De vuelta en Francia se puso a las órdenes de Clive Donner en la comedia ¿Qué tal, Pussycat? (1965), con guión de Woody Allen. Cuatro años más tarde volvió a coincidir en la pantalla con quien fuera su amante, Alain Delon, en la lograda La piscina, de Jacques Deray. Tres años antes la actriz se había casado con el empresario Harry Meyern, con quien tuvo a su hijo David.
 

 

 

 

 

 

Seguidamente rodó estupendas películas con el director Claude Sautet y el actor Michel Piccoli. En 1970 Las cosas de la vida y en 1971 Max y los chatarreros, genial muestra de cine negro. Y al año siguiente volvió a coincidir con Delon en El asesinato de Trotsky, del controvertido Joseph Losey. Durante los 70 rodó en general películas de calidad, aunque de temáticas a veces insanas e inquietantes. Así son ejemplos de esos años: Ella, yo y... el otro (1972), Mado (1976), Una vida de mujer (1978), las tres con Sautet. En 1975 filmó Lo importante es amar (1975) e Inocentes con manos sucias (1975), y además se divorció de Meyern y volvió a casarse con el guionista Daniel Biasini, aunque el matrimonio tampoco duró. Sin embargo, la tragedia no había hecho más que comenzar. Tras rodar Fantasma de amor (1981), con Marcello Mastroianni, Romy fue operada de urgencia en un riñon, debido a un incipiente proceso cancerígeno. Y entonces al poco tiempo la desgracia se cebó brutalmente de nuevo: su hijo David, de 14 años, muere tras pasar toda la noche ensartado en la verja de su casa. Terrible. La actriz se encerró un un hotel y no salía para nada. Alain Delon la visitaba a menudo pero sin mucho éxito...A mediados del siglo XX el personaje de Sissi convirtió a Romy Schneider en la actriz más famosa de Europa, pero su fama y su belleza eclipsaron un talento que la Cinemateca de París homenajea ahora en una exposición enfocada en su trabajo y trayectoria. Actuó con los realizadores más grandes de la época, de Luchino Visconti a Orson Welles, Claude Sautet, Costa-Gavras y Claude Chabrol, aunque en el imaginario popular su personaje quedó asociado al rol de la emperatriz Sissi, a su romance con Alain Delon


"Me convertí en propiedad nacional", diría Schneider de ese personaje, que hizo que cuando conoció a Delon en 1958 en el rodaje de "Christine", de Pierre Gaspard-Huit, fuera ella la estrella mundial y no él. Durante cinco años fueron "los novios de Europa" y su amor por el entonces actor debutante la condujo a Francia y a hacer carrera con los directores más prestigiosos del país, aunque al principio no supiera hablar francés.

"Lo que más me sorprendió de ella fue su compromiso total con lo que hacía. No existía nada más en su vida, salvo la película y su relación con el director, su compañero y parte del equipo", dijo este lunes a Efe el presidente de la Cinemateca, Costa-Gavras, que la dirigió en "Clair de femme" ("Una mujer singular", 1979).



A la actriz le gustaban los retos y esa valentía quedó reflejada en sus elecciones: hizo el salto a Hollywood, pero prefirió no renovar su contrato de seis películas con Columbia. "Lo fácil nunca me ha divertido. Siempre he luchado", revelaría ella. Schneider se sentía francesa y atribuía ese sentimiento a su relación con tres personas: Delon, Visconti y la diseñadora Coco Chanel, que la vistió hasta finales de los setenta y de la que en esta muestra se puede ver alguno de esos trajes. Para cuando rodó "La piscine" ("La piscina") en el 68 estaba casada con el director alemán Harry Meyen, con quien tuvo a su primer hijo, David-Christopher, y, aunque se había retirado de la vida pública para dedicarse a su familia, Delon la reclamó como protagonista y ambos contribuyeron a que el filme triunfara y fuera un nuevo punto de partida para la actriz. Romy lo tenía todo: el talento, la juventud, la belleza, evidentemente, y el éxito, y eso no se le perdonó, indica  la comisaria, que con esta exposición intenta devolver la palabra a alguien a quien la industria convirtió en un mito. Schneider era consciente de su fotogenia, pero rechazó el comportamiento de estrella y no tuvo miedo ni a mostrar su cuerpo desnudo ni a dejar que en los últimos años se reflejara el paso del tiempo. Era una adelantada a su época, en un momento en que todavía no primaba la liberación de la mujer, y dejó también que la elección de sus películas hablara por ella en cuestiones políticas: "Hago cine para lanzar una señal contra los nazis", apuntó para liberarse de los vínculos de su familia con el III Reich.

 

 

 

 


"Vivió tragedias como ninguna otra actriz, pero no se quejaba, lo guardaba para sí misma", recordó Costa-Gavras de una intérprete que, según la exposición, "fue infiel a la imagen que los otros se hacían de ella, pero de una fidelidad absoluta a sí misma".

 

 

En 1965 filma la comedia ¿Qué tal Pussycat? junto a Woody Allen, Ursula Andress y Peter Sellers. El 15 de julio de 1968 se casó con Harry en el Cap Ferrat, en la Costa Azul, y se mudaron a Berlín. De este matrimonio nace David Christopher; Romy deja de trabajar dos años para criar al bebé. Es este tiempo también fallece su padrastro y descubre que las finanzas que le administraban no le dejan un peso. El matrimonio enseguida empieza a desvanecerse. Harry sufría grandes dolores de cabeza y lo ponían "demasiado nervioso"; luego conoció a Claude Sautet, a quien dirigió en Las cosas de la vida, mientras mantenían una relación secreta. Más tarde en París, junto a su ex-amante por tercera vez, protagoniza con Delon otra película, El asesinato de Trotsky. Después aparece encarnando nuevamente el personaje de Sissi de la mano de Luchino Visconti  En 1972, después de larga disputa judicial, Romy obtuvo la custodia de David a cambio de ceder la mitad de su fortuna a su antiguo compañero. Harry siguió con sus dolores de cabeza y su fracaso sentimental, y se dedicó a beber y a tomar demasiados analgésicos. Romy realizó otro filme con mucho éxito: Ella, yo... y el otro. Siguió con Lo importante es amar de Andrzej Zulawski, que le dio la oportunidad de ganar el premio César a la mejor actriz. El segundo lo obtuvo por El Viejo Fusil de Roberto Enrico. Durante el rodaje de esta película conoce a Daniel Biasini, con quien se casó el 18 de diciembre de 1975 en Berlín. Pierde un embarazo, pero al poco tiempo lo intenta nuevamente y el 21 de julio de 1977 nace Sarah Magdalena en Saint Tropez. Su segundo matrimonio empieza a decaer. Sigue trabajando y rueda Fantasma del amor, junto a Marcello Mastroianni. Conoce entonces a un joven productor, Laurent Petin, quien se encargó de cuidarla de las borracheras y la acompañaba en sus noches de insomnio. De vuelta se mudaron juntos en París.

 

 

 

 

 

Por muchos filas que se hagan sobre ka vida de la emperatriz de Austria, ninguno le llega lo mas mínimo A LA TRILOGÍA DE SISEE, fue fiel retrato de una emperatriz, y siempre se la recordará por esos papales que la hicieron un mito del cine....Luego hace teatro, y en 1961, encarna el personaje de Pupé en Bocaccio 70. También protagonizó Le combat dans Líle junto a Jean-Louis Trintignant, con quien se le adjudicó un secreto romance. El 15 de julio de 1968 se casó con Harry en el Cap Ferrat, en la Costa Azul, y se mudaron a Berlín. De este matrimonio nace David Christopher; Romy deja de trabajar dos años para criar al bebé. Es este tiempo también fallece su padrastro y descubre que las finanzas que le administraban no le dejan un peso. El matrimonio enseguida empieza a desvanecerse. Harry sufría grandes dolores de cabeza y lo ponían "demasiado nervioso"; luego conoció a Claude Sautet, a quien dirigió en Las cosas de la vida, mientras mantenían una relación secreta. Más tarde en París, junto a su ex-amante por tercera vez, protagoniza con Delon otra película, El asesinato de Trotsky. Después aparece encarnando nuevamente el personaje de Sissi de la mano del inolvidable Luciano Visconti En 1972, después de larga disputa judicial, Romy obtuvo la custodia de David a cambio de ceder la mitad de su fortuna a su antiguo compañero. Harry siguió con sus dolores de cabeza y su fracaso sentimental, y se dedicó a beber y a tomar demasiados analgésicos. Romy realizó otro filme con mucho éxito: Ella, yo... y el otro. Siguió con Lo importante es amar de Andrzej Zulawski, que le dio la oportunidad de ganar el premio César a la mejor actriz. El segundo lo obtuvo por El Viejo Fusil de Roberto Enrico. Durante el rodaje de esta película conoce a Daniel Biasini, con quien se casó el 18 de diciembre de 1975 en Berlín. Su segundo matrimonio empieza a decaer. Sigue trabajando y rueda Fantasma del amor, junto a Marcello Mastroianni. Conoce entonces a un joven productor, Laurent Petin, quien se encargó de cuidarla de las borracheras y la acompañaba en sus noches de insomnio. De vuelta se mudaron juntos en París.

 

 

 

 

Un 29 de mayo de 1982, después de una velada en casa de la hermana de Laurent, la pareja llegó a las dos de la madrugada a su departamento. Romy no quiso acostarse enseguida. Tenía algunas cartas que escribir. Laurent se fue a la cama. Al despertarse por la mañana la encontró sentada sobre el sillón, en la misma posición que la noche anterior. Sobre la mesa había una carta apenas comenzada y algunas escrituras sobre las actividades que debía realizar durante del día. El dolor de la pérdida de su hijo la llevó a sobrevivir diez meses más. Su vida se fue apagando lentamente; apenas comía y sólo escribía cartas a los amigos, hablando de su hijo como si estuviera vivo. Ilustraba sus coloreadas escenas, junto a su suntuosos vestuarios, como si fuesen robados de un cuento de hadas. Su tristeza y su soledad no tenían refugio en ella y poco a poco fueron adueñándose y copando su vida cada vez más. La dulce sonrisa de la inigualable Romy Schnaider se fue borrando en su rostro y en su mente; sus explicaciones, sus sentimientos necesitaban ser escuchados y no guardados en interminables notas sin un destinatario. Nadie la supo comprender; la soledad la acompañaba y le jugó una mala pasada. Este mundo trágico que le tocó vivir le cortó un ala para poder volar.  

 

 

A partir de la década de los 70, Romy intentó desencasillarse del personaje que le dio fama, realizando roles distintos. Su vida personal se tornó turbulenta y se vio afectada por adicción al alcohol y la depresión. Se separó de su primer marido, el actor y director Harry Meyen, en 1975. Ese mismo año, se casó con Daniel Biasini, tuvo un primer hijo, que perdió antes de nacer, y luego tuvo una segunda hija llamada Sarah. El 5 de julio de 1981, su hijo mayor, David, murió a los 14 años. Mientras trepaba por las rejas de su casa, resbaló y quedó atravesado en una de ellas, que le perforó la arteria femoral de una pierna. La actriz jamás se recuperó de este golpe. Al año siguiente terminó de filmar su última película, Testimonio de mujer. Schneider pidió que al final de la película apareciera la dedicatoria:  

 

En 2003, fue elegida en el puesto 78 de los 100 más grandes personajes de habla alemana de la historia, en el programa de televisión Unsere Besten, siendo la segunda actriz elegida tras Marlene Dietrich... La Warner Bros. comenzó a preparar una película acerca de su vida cuyo título iba a ser Eine Frau wie Romy (Una mujer como Romy), que tendría a la actriz Yvonne Catterfeld como protagonista. El estreno estaba previsto para la primavera de 2009, pero el proyecto fue abandonado por problemas de financiación y gestión de derechos.

 

 

"En París soy la mujer más feliz del mundo. No existe una ciudad como ésta para vivir".

 

 

El primero que acudió después de su muerte fue Alain, que no quiso asistir a su multitudinario entierro... y todavía hoy, al cabo de los años, recuerda a Romy como el único amor de su vida. Cuando Romy Schneider murió, Alain Delon confesó a un periodista que ella representaba veinticuatro años de su vida y los momentos mas felices de su existencia.

 

 

 Así se fue una grande con una belleza natural inconfundible.

 

 

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