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MARLENE DIETRICH

El aroma, la imagen y el pecado

 

 

 

 

 

 

 

 

 

" La imagen, es una alusión densa y en consecuencia, infalible, como todo aquello que no puede confrontarse con el lenguaje, produciendo crisis en una sociedad moderna, que suscita un esperpento mágico y visual llamado cine".

 

 

 

 

 

Una de las personas que mas han influenciado en mi vida fué mi padre. Era un ser inteligente, culto, refinado y poseía una biblioteca amplísima, donde pasaba largas horas leyendo, sentado en aquella mecedora de mimbre, al sol que se filtraba por los tejados del Madrid de las letras y muy cerca de él, sentado en el suelo un niño de 9 años comenzaba a alimentar sus conocimientos, que venia a ser como una pantalla de sensaciones. Junto a él descubrí la obra de Margaret Michell, Lo que el viento se llevó, textos de los grandes clásicos como Charles Dickens, cuyos relatos me apasionaban, pero había algo que sobresalía de todas las cosas: su enorme enamoramiento por el cine. Mi padre era lo que ahora entendemos por mitómano, un cinéfilo total y comencé a beber de él sorbos largos de aquella sabiduría que me envolvía. Yo, en aquellos años veía el cine como algo mágico, lejano y cercano al mismo tiempo, pero necesario para mi vida. Soñaba con las praderas del desierto, vivía las persecuciones de los indios, comprendía la belleza de aquellas mujeres inaccesibles y etéreas, la galanura de los cawboys de los westers, la elegancia de un Robin Hood y soñaba con adentrarme en los dominios de Blancanieves, ser una simple ardilla para acompañarla en su huida por el bosque  o cuando descubre la casa de los siete enanitos... Mi mente era como un arco iris, aún sin saber por mi corta edad, el motivo de como se forma éste fenómeno metereologico, pero después de una intensa lluvia, me quedaba absorto contemplando la sinfonía de colores, de quizá de ahí mi admiración total por la canción de Judy. Siempre que la escucho, me trae aquellos años de mi infancia, al lado de mi padre, aspirando el olor del celuloide, un aroma que ha crecido conmigo y por el que siento un amor especial. Mi vida sería otra, sin la magia, el espectáculo y el colorido del cine.

 

 

Marlene Dietrich era la actriz favorita de mi padre, tenía cientos de fotos de ella, comentarios de prensa, y hasta libros de la época que hablaban de su trayectoria profesional....Lo que mas me entusiasmaba, era contemplar ese rostro, la picara mirada, y sus vestidos exóticos, donde los contraluces y los primeros planos llenaban hojas y hojas. Supe entonces mas de Marlene que ningún adolescente de mi edad, y hasta en un viejo gramófono escuchaba ensimismado aquella ronca voz entonando una canción que me conmueve aún hoy: Lili Marlene. Era para mi la mujer mas hermosa del mundo, reconozco que luego he añadido otros nombres, pero mi admiración por ella estaba basada en su mirada, su enorme misterio y en los andares de perra en celo, que mas que mujer, simulaba sin ella pretenderlo, al igual que Greta Garbo, una masculinidad que flotaba en todas sus apariciones. Sin duda Marlene era el aroma, la imagen, el pecado que sobresalía en años de represión y censura, pero aquel aroma, ahora lo entiendo mucho mejor,  había nacido dentro del humo, y los personajes siniestros de los cabaret de principio de siglo. Marlene era sin duda alguna..." Aroma de mujer ",...Marlene, era irónica y caprichosa, pero siempre fiel a su propia imagen, también era un volcán, a sus 85 años. Consintió hablar durante días con el actor y director Maximilian Schell para que éste rodara un documental sobre su vida. No quiso salir ante la cámara ni tampoco que le doblaran la voz, pero les aseguro que el resultado de este trabajo es un apasionante documento de 90 minutos llamado MARLENE, de una calidad mas que sobresaliente... Recuerdo que disfruté enormemente con él, recomiendo que lo visionéis, es muy interesante. Todo el rodaje corrió a cargo de Maximilian Schell, pero Marlene se negó a aparecer ante las cámaras, pero su voz es la de una anciana de irresistible seducción. El proyecto fue muy difícil. El productor Karel Dirka tenía la idea desde hace años y propuso que el trabajo corriera a cargo de Peter Bogdanovich. Marlene, indignada, lo rechazó porque era un desconocido. Las otras opciones fueron Orson Wells, Billy Wilder y Maximilian Schell, pero cuando este último se negó aduciendo que no era director de documentales, fue cuando Marlene insistió en que fuera Schell el que lo hiciera.

 

 

 

 

Debo decir que este film todavía me da vueltas por la cabeza, en él supe apreciar y averiguar muchos detalles de la inmensa personalidad de esta diosa de la pantalla, su voz era una pura delicia y sé que de haber estado en ese apartamento, ayudando a Schell, sueño inalcanzable de un mitómano sin remedio, un olor a Eau Savage envolvería la estancia, estoy totalmente convencido de ello. Una mujer así, no puede oler de forma distinta. Aparte de eso, el documental refleja todas las cosas, recuerdos, imágenes, estancias con cuadros de gran valor, premios, que rodeaban a la actriz en sus últimos años de su vida, todo era como un barroco espectáculo de gran belleza. La historia que narra este documental, gira todo en la imagen de mujer relacionada con los nombres mas destacados de la historia del cine, como de la política, de sus relaciones con Judy Garland y Edth Piaf, su vicio siempre fué Yul Brynner, por el que sentía una pasión inconfesable, y destacaba sus años de trabajo en el cine. La actriz llamaba a Schell todas las noches para contarle sus problemas, ideas  y le devolvía los guiones con anotaciones como: "Hacía tiempo que no leía tantas tonterías juntas". Una vez que Schell se decidió a rodar la película, las cartas y las llamadas fueron interminables. En septiembre de 1982, Schell comenzó su trabajo, entrevistando a la actriz en su propia casa de París. Cuando Marlene se enteró de que la entrevista duraría cuarenta horas, comentó:

 

- "¡Cuarenta horas! Quiere usted que hable y hable durante cuarenta horas. Estáis locos".-

 

 

 

 

 

 

 Se dijo que a los tres días se les acabó la conversación, porque Marlene se limitaba a responder con monosílabos: "sí", "no", "tonterías". Negociaron de nuevo, hablaron muchas horas y por fin consiguió una interesantísima, amplia y sorprendente conversación entre Maximilian y Marlene. Surgió una discusión que después Orson Welles comentaría diciendo: "Ella ama las desavenencias". Un año después se construyó en Múnich un decorado y se rodaron algunos planos finales. Schell confesó que siempre tuvo la esperanza de que la actriz se pusiera delante de la cámara, pero desgraciadamente esto nunca sucedió. "MARLENE el documental", nos muestra a una mujer caprichosa, implacable, mandona, misteriosa y fiel al mito que era su propio retrato; un retrato realmente seductor. Marlene dice odiar a las feministas, también sus primeras películas y estaba: "hasta las narices" de El Angel AzuL. Puntualizó varias veces que odiaba el sentimentalismo barato, se confesaba una mujer practica, hasta para elegir a sus amantes, que fueron incontables. Sólo cuando pronuncia el nombre del actor Spencer Tracy, Marlene suaviza su voz y la ternura despliega alas; algo inusual en una mujer que considera "cursi" todo lo que le rodea. Spencer fué uno de sus amantes, y lo confesó precisamente en este documental. Dijo también no gustarle las escenas de amor que forman parte de la historia del cine, pero en la intimidad sin amor no era nadie. Creo que este sentimiento fué muy importante en la vida de Marlene Dietrich y su prioridad uno de sus errores.

 

 

La gran Marlene… no era la más bella  y ella misma mejor que nadie lo sabia, pero también sabía que contaba con una determinación y una seguridad, que la hacían parecer ante los demás mucho más hermosa de lo que era. Así con esta personalidad tan arrolladora , Marlene nos hizo creer a todos que era la más hermosa y deseada. Su fuerza y su modernidad rompieron clichés que antes nadie se había atrevido a romper. Era transgresora por naturaleza ; se vestía con trajes de hombre, fumaba en público y sexualmente era provocadora y liberal. Nada le amedrentaba, y se mostró ante el público, que la considerarla una diosa , como una mujer fuerte y carismática. Su descubridor Joseph Von Sternberg  quedó prendado de su personalidad. El sabía que aunque no contaba con una belleza espectacular, su carisma podía llevarla muy lejos, por lo que la asesoró respecto al maquillaje y la ropa que debía utilizar, así como de su peinado. En aquella época había muchas rivales que vencer o por lo menos que igualar, como Jean Harlow o su siempre eterna rival, Greta Garbo. Su cara sufrió una transformación que la benefició totalmente, y que hizo que siempre apareciera divina tanto en fotografía como en cine. Luces y sombras ajustadas a un rostro que desde luego tenía una materia prima casi mágica.

 

 

  

No puedo olvidar sus interpretaciones de VENCEDORES Y VENCIDOS, SED DE MAL, y TESTIGO DE CARGO, la influencia de esta singular mujer ha hecho que mi vida sea mas llevadera, mas interesante, sobre todo en una época en la que me faltaba la figura de mi progenitor, donde intentaba caminar sin rumbo, sin una meta precisa y sin mas bastones que mis ilusiones, mis sueños y fantasías. Marlene alimentó con sus Films que yo me sintiera como una continuación de aquel padre que sentado en su mecedora de mimbre, bajo el calido sol de Madrid, me enseñó todo lo poco o mucho que sé del arte que mas admiro. Marlene era como una válvula de escape, yo, sumergido en la oscuridad de los cines de programa doble me alimentaba ávido e insaciable de su enigmática mirada, de sus hombrunos andares, de esa no-sonrisa que bañaba la pantalla, de aquellos frenéticos besos que daba al galán de turno y de su insondable misterio, una ambigüedad que se llevó a la tumba. He tenido, tengo y si Dios me da mas años de vida, muchas actrices y actores que han conmovido mi suelo, que me han acompañado en mi crecimiento, algunos hasta forman parte de mi vida íntima, pero debo separar con justicia lo que Marlene sembró sobre mi cerebro de futuro cinéfilo, son simientes que después de florecer me han enseñado a separar lo negativo de lo positivo, y han establecido un vinculo filial-amoroso-sentimental que nadie mas ha hecho por mí. Era la actriz favorita de mi padre, y el haber crecido entre aquellas fotos amarillentas, entre su brillo, han supuesto los momentos mas entrañables de mi existencia. No comparable a otros, ninguno puede compararse, todo es diferente y mis ojos y sentimiento así lo asimilar. Adoro a Marlene, quizá la tuve como mi primera musa y a ella le debía volver a escribir sobre el aroma que me seduce siempre que la contemplo entre tules, gasas, sonrisas, o vestida como dama respetable en ayustados trajes de chaqueta. Marlene es puro cine, un monstruo de la pantalla y nadie podrá nunca comparársele.

 

 

 

 

Su vida personal estuvo siempre rodeada de misterio, pues supo alejarla certeramente de la vida pública. Marlene se hizo famosa por su carisma, sus modernos vestuarios, y por su innegable glamour que conservó hasta el final de sus días. Tuvo una única hija llamada María Riva, que años después de la muerte de Marlene declaró que nunca la había querido como madre, pero que respetaba su mito. Según María su madre vivía por y para conservar la imagen de diva que ella misma creó en su momento, y no tenía tiempo para darle el cariño necesario... Estas palabras de Maria no me las creo en absoluto, porque Marlene siempre dijo que lo mejor de ella misma era su hija... También confirmó que Marlene fue una persona solitaria y manipuladora, que jamás quiso a nadie. Por si esto fuera poco, publicó una biografía, donde le pagaron una inmensa fortuna,  llamada “Marlene Dietrich, por su hija Maria Riva”, donde dió a conocer detalles e intimidades de su madre que la mostraban sexualmente insaciable, atribuyéndole numerosos romances, que por otra parte estando ella en su máximo apogeo mediático ya se los asignaban por si solo, aduciendo también, y esto me parece una tremenda equivocación viniendo de un hijo, que mantuvo relaciones con mujeres como Dolores del Río, Edith Piaf, Mercedes Acosta o incluso Greta Garbo. Su hija también habló de romances con hombres, entre los que destacó muchos actores y el escritor Ernest Heminway. Todo lo contado por su hija no es exactamente una primicia, pues una de las veces que se le preguntó a Marlene por estos chismorreos, contestó socarronamente:

  

 " En Berlín importa poco si se es hombre o mujer. Hacemos el amor con cualquiera que nos parezca atractivo… En Berlín, Paris o Hollywood el aire nos hace volar, atrapando el bello plumaje de las aves que se cruzan en nuestro camino"

 

 

 Voy a dejar en la cuneta su historial lésbico, pues en otro articulo sobre GRETA GARBO, hay muchas referencias al mismo y no deseo añadir mas, pero reconozco que fué amplio e interesante. Marlene destacó poderosamente por ser una mujer muy comprometida social y políticamente. Al estallar la segunda guerra mundial, declaró abiertamente su desprecio ante las políticas antisemitas. Fundó años después una ONG para ayuda a los mártires de nazismo.. y grabó varios discos en contra del régimen nazi, como por ejemplo la conocida canción “Lili Marlen”. Siempre y en todas sus entrevistas que se le hicieron tras la guerra, se pronunció de forma temeraria sobre Hitler, sus siniestras enseñanzas, crímenes y lo hizo de la siguiente manera:

 

"Jamás podré volver a mi país, mientras semejante loco fanatice a las masas".

 

 

En la década de los 20 participó en películas intrascendentes, pero debo mencionar una de ellas; "Die Freulosse Gasse", porque en ella compartió reparto con la mismísima Greta Garbo. Eran papeles cortos y sin importancia, por lo que se vió obligada a continuar con sus espectáculos de cabaret. En uno de estos locales fué donde conoció a Sternberg,  que al quedar prendado de ella, de su fotogenia, su belleza y ese erotismo empolvado-lascivo, le ofreció el papel protagonista para "El Angel Azul"... En el film Marlene aparecía espectacular, seductora, devorando hombres que sucumbían patéticamente a sus encantos carnales, viéndose abocados a la humillación…a la degradación... a la misma miseria. Una película que nunca ha podido envejecer, está como el primer día y recomiendo que la veáis, porque aparte de la maestría de su director, trata un tema tan antiguo como el de las pasiones humanas, que supo presentar de forma magnifica Joseph Von Sternberg. La relación de ambos se convirtió en un idilio de sobra conocido por todos todos los que hemos seguido la vida profesional de esta inigualable mujer. Se hicieron amantes y marcharon a Hollywood donde Marlene debutaría con enorme éxito, removiendo los cimientos de las bellezas convencionales americanas, aportando ese equilibrio dulce y hombruno por sus andares felinos, y donde su pigmalión haría de ella una estrella cuya luz aún resplandece a pesar de los años, de las rivalidades, de acusarla de lesbiana y a pesar de las criticas sobre su condición de mala madre.....Marlene Dietrich entró en Hollywood marcando un terreno, por donde intentaron caminar otros nombres sin la cuarta parte de fortuna que ella adquirió. Marlene aprendió muchísimo de su descubridor: sobre iluminación, fotografía, así como varios trucos, que luego exigía aplicar en sus películas para que, por ejemplo, su nariz se viese más pequeña y sus pómulos más realzados. Una anécdota respecto al descontento de Marlene con su nariz, que le parecía demasiado ancha: Le comentó el disgusto que tenía con su nariz a Sternberg, y éste cogío un lápiz plateado, le dibujo una línea vertical en su nariz y cuando la iluminó con un foco, la nariz de Marlene aparecía perfecta. Con muchos trucos como este, el director se ganó de por vida el respeto de Marlene. Rodaron juntos varias películas, que convirtieron a Marlene en una leyenda viva. De todas las películas que rodó con su enamorado Sternberg, para mi fué EL EXPRESO DE SHANGHAI, donde Marlene subyugó al espectador con planos impresionantes de belleza y misterio, demostrando su calidad de diva y estrella, eclipsando un poco a la actriz, pero ni falta que le hacia, ya que con su enigmática presencia copaba de sobra si alguna carencia pudiera existir.

 

 

 

Debo decir en honor a este gran cineasta, autentico monstruo de la imagen, que Josef Von Sternberg tiene una biografía muy especial. Todos sabemos que el maestro tenía mala fama, seguido de un peculiar carácter, pero cómo todos los grandes, ni mas ni menos, como Alfred Hitchcock, Elia Kazan, su amigo Cecil B. DeMille, por citar solo algunos. Pero Sternberg dejó su propia autobiografía plasmada en su libro "Diversión en una lavandería china". El libro no tiene desperdicio y vale la pena leerlo. Es un reflejo de una época y de un personaje culto, que desde la nada y con una situación económica desesperada, luchó y creció, contribuyendo a hacer que el cine pudiera denominarse con el tiempo: Séptimo Arte.

 

 

 

De su autobiografía, quiero extraer el siguiente párrafo:

  

    " Una húmeda tarde de verano interrumpió mis propósitos. Había entrado en un parque sin importarme mi destino cuando una tormenta me llevó a refugiarme  bajo un puente de piedra. Dos chicas asustadas llegaron huyendo de la lluvia y una de ellas se desmayó cuando cayó un rayo en un árbol cercano. Fue como si ese rayo lo hubiera mandado alguien de la sección de cine de allende las nubes. Al terminar la tormenta llevé a las dos chicas hasta la casa cercana de un amigo suyo. Salió a recibirnos un chico como yo, hablamos y me ofreció visitar el sótano de la casa para mostrarme, orgulloso, un aparato que había construido su padre. Esa especie de bombo de madera ocupaba de pared a pared, giraba, chirriaba y crujía. Por dentro y por fuera tenía enrollada una cinta de celuloide en espiral con agujeros en los bordes. Para aumentar todavía más la confusión, también había cepillos giratorios, botellas boca abajo, abanicos para el secado y poleas que temblaban al funcionar. El joven me explicó que este mecanismo era para limpiar películas cinematográficas y recubrirlas de una sustancia elástica protectora.   Entonces –y esto no ha cambiado tanto- la película se mostraba en pantalla de plata borrosa por la suciedad, las rayas y las manchas de aceite que la cubrían . Yo había visto algunas películas sin poder evitar el sentimiento de decepción y de desconfianza por lo que ocurría en ellas. De todas formas me impresionaba un actor que siempre tiraba a alguien de un acantilado. Moría al final entre un torrente de arena y piedras para quedar enterrado totalmente después de que durante su actuación se hubiera retorcido su mano unas cuantas veces. Ver algo así costaba entre cinco y diez centavos y suponía permanecer en un lugar caliente unas horas, escuchando también música de piano."

 

 

    

Paramount necesitaba nueva vampiresa… Contrató a Sternberg y a la Dietrich, y el mundo entero se llenó con esta frase publicitaria: “Greta Garbo, o Marlene Dietrich” Se juega la carta decisiva al enfrentarse abiertamente con el ídolo y consigue imponerse. MARRUECOS, su primera película norteamericana, es una gran obra de culto de Sternberg al servicio, sobre todo, de Marlene Dietrich, y es un éxito de la técnica de Hollywood para crear grandes figuras. Marlene Dietrich sensual, belleza germana, se transforma en manos de productores, maquilladores y modistos norteamericanos en una figura estilizada, de fina línea escultural, maravillosamente vestida, esculpida de nuevo para convertirla en esa belleza, un tanto standard y convencional, pero capaz de imponerse como ídolo de un culto pagano a todos los públicos de la tierra durante un número indefinido de años. Naturalmente, la mano directiva de Sternberg está siempre presente, porque Marlene Dietrich es su obra. FATALIDAD revalida y aumenta todos los valores y éxitos obtenidos en un film verdaderamente de excepción. Después, LA VENUS RUBIA, constituye el remate final de su figura, que queda aquí perfectamente definida, para siempre, con una personalidad que no variará de ahora en adelante. LA VENUS RUBIA, es la justificación y explicación humana del personaje que encarna Marlene Dietrich. EL CANTAR DE LOS CANTARES, de Rouben Mamoulian, un bellísimo film, es un intento de variación del personaje que no tendrá viabilidad. Vuelve a las sabias manos de Sternberg en CAPRICHO IMPERIAL, donde el barroco, la iluminación, sus vestuario de ensueño, unido a esa mirada inconfundible hicieron llenar los cines de medio mundo. EL JARDÍN DE ALÁ, DESEO, LA CONDESA ALEJANDRA, ÁNGEL, son muestras mas que notables de su talento, de su magnetismo y de una magia solo comparable a dos reinas de la historia del cine; GRETA GARBO y MARILYN MONROE.

 

 

 

 

 

 

Su vida privada ha sido siempre un misterio insondable, algunos biógrafos se han basado en comentarios, en realidad, y el único que se acercó un poco fué Donald Spoto, en un magnifico alegato en su honor y el libro de su hija, "Marlene Dietrich by her daughte, Maria Riva", a pesar de ser interesante de leer, creo que está escrito por el resentimiento, el rencor y el egoísmo, mas adelante ampliaré los datos que tengo sobre el manuscrito de su hija.   Marlene fué siempre una mujer dedicada en cuerpo y alma a su profesión, pero María, su hija, fué algo prioritario, la llevó a los mejores colegios de Suiza, se preocupaba de su vida y si no pudo asistir a los actos relativos a sus estudios, por motivos de trabajo, enviaba a su secretaria, o el mismo Sternberg volaban a Suiza siempre y cuando Marlene lo ordenaba, nunca quiso dejarla sola a su hija, por nada del mundo. El libro de María, que recomiendo leer, es un campo minado de resentimiento absoluto, pero es bueno saber como su única hija veía la figura de actriz y madre, siempre es interesante conocer varias versiones, aunque difieran de la realidad.

 

Como comentaba anteriormente, su vida ha estado envuelta en un enigma y colmada de amores: Stermberg, Jean Gabin, Yul Brynner, Spencer Tracy, Ernest Hemingway, Tyrone Power, Gary Cooper y el mismísimo Cary Grant, aunque con este último la relación duró muy poco, Marlene no soportaba la perfección, su obsesión por la meticulosidad y los aires de caballero inglés que rodeaban a Grant. De Marlene se dijo de tener hombres y mujeres a sus pies, posiblemente sea así, pero lo que realmente se anteponía a la mujer era una necesidad ciega de gozar de la vida... y bajo mi punto de vista, es digno de admiración... De ahí vienen los muchos comentarios de su fijación enfermiza por Greta Garbo, Edith Piaf y Judy Garland. Lo cierto era que se desvivía por los problemas que desencadenaron la caída de Edith Piaf, Marlene siempre estuvo entre EEUU y Paris, volando constantemente cuando sabía de su necesidad hacia su amiga Edith, como igualmente hizo con Judy, cuando ésta estaba totalmente perdida por las drogas y asistió a su última actuación, el 15 de Julio de 1968 en un local de Greenwich Village de Nueva York entre bastidores, como soporte de Judy, ya que la actriz necesitó en su últimas apariciones la fuerza de sus amigos, y Marlene era fiel en todos los sentidos. Esto no trascendió a su publico nunca, pero cuando Judy falleció seis días después en Londres, ella estuvo presente y fué la encargada de vestir el cadáver, de maquillarla, y de prepararlo todo. Son esas cosas importantes, pero tan intimas, que los medios nunca pudieron entrar en ello.

 

 

Marlene era una perfeccionista, estaba pendiente del mas mínimo detalle, escuela que mantuvo toda su vida y que aprendió con el mejor maestro que un actor pudiera tener, Josef von Sternberg. Conoce perfectamente la técnica cinematográfica que afecta sobre todo a las actrices, sabe la iluminación que le conviene en cada caso y da órdenes a los electricistas para rectificar una luz. Jamás hizo perder un minuto a los realizadores que tuvo, ni provoca un conflicto en la filmación. Dedica muchas horas diarias a su belleza, con conocimiento y método. Si un fotógrafo, por extraordinario que fuese, le hace retratos, ella indica los puntos que deben ser retocados. En los teatros donde actuó, marcaba en el suelo, como en una filmación, cada paso que daría en la representación, y se pasa días obligando a ensayar a los electricistas, con el manejo de las luces en cada uno de sus movimientos. Sus trajes son famosos por su originalidad y elegancia, pero Marlene los ha estudiado durante meses y se los hace probar decenas de veces. Solamente hay un punto en que nunca ha transigido: un filme con Marlene Dietrich tiene que ser solamente un film de Marlene Dietrich. Cuando el argumento no lo permite, pide sencillamente que se cambie, pero lo hace con tanta insistencia, método y seducción, que siempre lo consigue.

 

 

 

 

 

Estos hechos de la belleza y el vestuario revelan lo que Marlene ha mantenido en la mayoría de sus Films: la figura creada un día por Josef von Sternberg, siempre vinculada a ese origen, de cuyo abolengo no puede prescindirse sin correr el riesgo de desaparecer. Este tipo de mujer fatal es obra de Sternberg, y no es fácil determinar cuál es, pero Marlene lo defiende obstinándose en unas líneas que no deben variar a través de sus películas. Lo que vemos en las interpretaciones de la actriz, es el final de una vida de mujer, cuyos orígenes ignoramos: este es su interés como mujer y como seductora...!!Su pedestal de ídolo!!... Así es en MARRUECOS, una prostituta de la Legión, atracción de los hombres al borde del desierto; así es en FATALIDAD, que acaba de espía para servir a su patria con su belleza y su erotismo. Pero en LA VENUS RUBIA, por ejemplo, se presenta por fín el origen real de mujer: en este caso, un tanto vulgar, un drama de amor con su marido que se lleva a su hija. Pero aclara perfectamente el método de Sternberg para la creación de la figura: porque una vida rota, dramática, plena de ilusiones, desengaños y ambiciones la han formado así. El antecedente literario más inmediato de esa Dietrich-Sternberg sería MADAME BOVARY, personaje de Gustave Flaubert. Es la mujer que en una sórdida aldea francesa quiere ser una heroína de Walter Scott, y busca desesperadamente en su pequeña vida real amores sobrehumanos y placeres imposibles. Como Don Quijote quiso ser caballero andante y salir por el mundo a enderezar entuertos e imponer justicia. A Madame Bovary, el personaje se le ha llamado “el Quijote del erotismo”. Que se suicida aplastada por el ambiente, porque no tiene posibilidad ninguna en una personalidad que busca una vida legendaria. Pero pudo ser también la mujer que huye con alguno de sus amantes hacia aquel París que sueña; ser abandonada, tener otros, luchar, ascender, triunfar, caer… Y al fin, llegar un tipo humano que pudo ser aquel que en 1930 Josef von Sternberg y creó esta figura y leyenda, envuelta en un aroma inconfundible de mujer-fatal, el querer ser siempre peligrosa, a costa y a través de todo, ha sido la gran hazaña, el triunfo y en tono menor, se va mezclando algún pequeño fracaso. Marlene siempre será Marlene, con su leyenda, siendo capaz de evolucionar, como lo demostró… Su nombre tiene demasiado peso en la historia del cine, sus admiradores la desean, la siguen recordando, veneran su nombre, la quieren para sí, y las mujeres adoran sus sedas, el brillo y la estudiada caída de los blancos vestidos, envidiando también el pecado que se dibuja en sus labios. Quizás alguna vez comprendió que con su agudo y enorme talento, no podía ser otra cosa. Era grande, inalcanzable, única e inmortal, creo firmemente que nadie podrá emular su tremenda personalidad, y seguirá siendo el mito femenino que Sternberg, creó para ella.

 

 

 

Desde un ángulo, marcando una trayectoria leal, la profesión de Marlene hasta hoy, además de papeles más o menos importantes en una extensa serie de Films, se consagra también como una de las máximas estrellas del espectáculo. En 1942 visita los frentes aliados, para actuar ante las tropas. Es el gran ídolo de aquellos momentos y recibe en 1947 la medalla de la Libertad, máxima condecoración militar a una persona civil. Ha actuado en producciones cinematografías de distintos países y ha recorrido repetidamente el mundo con sus actuaciones en escenarios de los grandes teatros y casinos mundiales. Su belleza se mantenía a través de los años, y lo hace como nadie, haciéndolo valer en todas circunstancias. Cuando su hija María se casa y tiene hijos, Marlene lanza el eslogan de "La abuela más guapa del mundo". Si publica un libro con sus opiniones personales, constituye un éxito y si da consejos por televisión atrae a millones de espectadores. Marlene Dietrich es una fuente de ingresos allá donde esté, es ante todo una mujer encantadora, alegre, misteriosa, pero con una germánica voluntad, diplomacia de gran político y una disciplina prusiana implacable para sí misma. Con todo ello mantuvo su enorme éxito y, sobre todo, lo hizo sustentándolo de manera indefinida. El nombre de Marlene tuvo mucha importancia en la Segunda Guerra Mundial, se dijo que practicaba el espionaje a favor de los aliados, pero es totalmente falso, como que utilizaba a sicarios de Hitler para sacar información, pero nada se puede contrastar con fiabilidad. Lo que si es cierto es que tras salir de Alemania en los años 30, Marlene desafió a Adolfo Hitler para que volviera al país durante la Segunda Guerra. Se hizo ciudadana estadounidense y actuó para las tropas de Estados Unidos, viviendo entre California y París. Lo que sintiera la actriz en estos años difíciles, solo sus íntimos lo sabían, y ni estos podían asegurar a fe cierta cual eran sus pensamientos, que por otro lado no son extraños de imaginar, cuando uno de los lemas de su vida fué la libertad de ideas, igualdad entre hombres y mujeres y la ayuda a las clases mas necesitadas. Cosas por las que luchó en silencio, y muy pocos supieron hasta muchos años después de su fallecimiento.

 

 

Pero a partir de la separación artística de Marlene Dietrich, la carrera de Josef von Sternberg se tornó intermitente, un tanto desvaída, con algún que otro titulo digno de mención, pero ya no era aquel magnifico director que descubrió a una diosa y la lanzó al mundo.Ahora lejos de la protección de Stermberg, los comentarios sobre su vida personal contribuían mucho a acrecentar su leyenda, pues de todos eran conocida su bisexualidad, y estaba muy en boga en el mundo del artístico de aquellos años. Si tuvo amantes o nó, si repartía su cuerpo entre hombres y mujeres, es una orientación que solo pertenecía a ella, o tal vez pensase en la importancia de comprender que existen múltiples y variadas maneras de sentir y vivir la sexualidad, porque reside en que no es una parte secundaria de la personalidad, sino que se encuentra en centro íntimo de la persona. Tal vez así la veía Marlene, porque para ella siempre fué esencial ser feliz y realizarse como ser humano.

  

 

SOBRE EL LIBRO ESCRITO POR MARÍA RIVA.

 

 El libro sobre su vida era un sueño siempre presente en la mente de Marlene, habló con varios escritores, estudió hasta la vida personal de cada uno, y los desestimó, como ella solía hacer: !!de un plumazo!!. Marlene le insistía mucho a su hija que solo ella lo fuera preparando:

 

"Escribe un libro sobre mi, tú puedes hacerlo, pero por favor, después de mi muerte"-le dijo Marlene Dietrich

 

Al final sus deseos fueron cumplidos, y se publicaron dos libros, uno escrito totalmente por Maria y el otro con la ayuda de un periodista. Ambos tratan de desvelar los misterios que rondaron la vida de la actriz alemana. Su hija Maria Riva, que actualmente vive en Estados Unidos  empleó en el manuscrito un tono que, bajo mi punto de vista está totalmente fuera de lugar, y no entiendo las causas, no las comprendo, porque se puede odiar a una madre, sentirse relegada a un segundo lugar ante el poder del nombre de MARLENE DIETRICH, se puede llevar mal con ella, no coincidir en puntos de vista.....!!Pero era su madre!!.... y lo que escribe Maria, cuyo libro recomiendo a pesar de todo, es como una clara venganza hacia una mujer que lo tuvo todo. Existen párrafos brutales, hasta increíbles y yo creo que el rencor fué guiándole desde el principio al fin.. A sus 87 años, Maria no ha cesado en su empeño de que el mundo vea una imagen totalmente diferente de Marlene. Aconsejo leerlo, yo soy partidario que si admiras una personaje, hay que saber todo lo que se ha escrito sobre él, aunque sea presuntamente mentira, al menos en lo que se refiere como actriz. Los poemas, recuerdos y notas personales, escritos por la actriz en sus largas noches de insomnio en Paris, fueron encontrados años después de su muerte por sus nietos en el desván del apartamento de la Avenida Montaigne, Maria, ante este descubrimiento decidió publicarlos después con el titulo de "Pensamientos Nocturnos", nutriendo sus hojas con sus propios comentarios, explicaciones que para mi están exagerados.. Marlene se hubiera levantado de su tumba si hubiera visto que aquellos pensamientos que escribía en la soledad de su piso de su amado Paris, y como tomaban el color que su hija Maria le dió.

 

"Era esquizofrénica, alcohólica y detestaba el sexo", (dice su hija), Estaba siempre enclaustrada en su piso de La Avenida Montaigne, mi madre escribía cuando no podía dormir, pese a la cantidad de whisky escocés y somníferos que ingería. Aumentó las dosis diarias. Me llamaba varias veces durante la noche. Tenía un miedo atroz de morir sola, y cuando yo le preguntaba si ella estaba escribiendo en ese momento, me respondía que no, que sólo garabateaba algunas anotaciones para mí",

 

 

 

 

 

 

Las hojas que escribió Marlene en aquellas noches, se trataba de poemas melancólicos sobre sus grandes historias de amor con diversos actores, entre ellos Hemingway y Jean Gabin, al que describía como un hombre celoso, macho, pero egoísta, y también nombraba a sus íntimos amigos: Edith Piaf, Spencer Tracy, o Judy Garland. Por otra parte, apunta los lugares predilectos de Berlín para Marlene, como el Birgit Wetzig-Zalkind  y muestra especialmente hasta qué punto la diva alemana amaba la vida. Según Maria Riva, el padre de la actriz, por ejemplo, no murió en un accidente de equitación, como ella contó, sino de sífilis. Este libro contiene aspectos que poca gente conoce de la vida de Marlene Dietrich", afirma Gerd Gauglitz, director de la editorial... " Especialmente interesante es una entrevista con el primer representante artístico que tuvo Marlene, que era judío, y relata cómo ella lo salvó de las garras de los nazis.

 

 

 

Y así se fué nuestra LILI MARLEN, viviendo en el incomparable Paris.... en su piso de la Avenida Montaigne...

 

 

El aroma, la imagen y el pecado

 

 

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