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LA HOMOSEXUALIDAD EN EL CINE
Las imágenes que inserto en este articulo las he seleccionado sin que tengan una relación concreta, simplemente me han parecido necesarias.
La mentalidad de la sociedad actual ha experimentado un cambio tan radical en cuestión de sexo, que me resulta difícil narrar en profundidad de campo lo que reinó entre los años 1940 hasta prácticamente 1970, dentro del mundo del cine, pero no ya solo en Hollywood, sino a nivel mundial. El morbo siempre ha sido el plato preferido de muchos aficionados al cine y se han buscado archivos, noticias o comentarios relacionados con ello, para saciar ese hambre de sexo que sienten los cinéfilos del mundo, olvidando injustamente la categoría de donde proceden tales datos. Si leemos las biografías y publicaciones actuales de actores o actrices tristemente fallecidos en los últimos años, encontraremos en bandeja de plata, manuscritos de autores prácticamente desconocidos, en donde se detallan las intimidades mas insólitas, las preferencias mas impensables, dentro de unas trayectorias artísticas desfiguradas ante tanto dato, supuestamente cierto, que hacen tambalear el suelo que pisamos. No voy a enjuiciar, ni los escritos, ni los autores a que me refiero y mucho menos los personajes que lo originaron, mi intención es detallar minuciosamente una tendencia sexual, una preferencia ante el gozo y el placer de la carne, o si lo prefieren, una forma de amar. Y eso sí, lo plantearé en carne viva, porque es un hecho actual, totalmente aceptado por muchas sociedades civilizadas y un tema que por su importancia aún suele escribirse con sangre, como si procedieran de vidas errantes, o de seres abandonados de la mano de Dios, cuando las estadísticas han demostrado que la homosexualidad la viven mas del 70 por ciento de los hombres y mas del 40 por ciento de las mujeres del planeta. Nunca pondré en tela de juicio los sentimientos de los seres humanos, sea cual sea su inclinación sexual, porque nadie tiene el derecho a hacerlo, al igual que nunca se le pudo poner color al amor.
Sé que tarde o temprano mi vida cambiará, tal vez mis hijos no estarán conmigo.... Sé que siempre amaré el cine,..... Como también sé que nunca se rodará otro film como " GONE WITH THE WIND"..... Nunca habrá otra Marilyn y Brando no volverá al cielo de Paris.... Como adivino a mi pesar que no surgirá otra actriz como Vivien Leigh....Y sé también, que recordaré mi conmoción cuando escuché la voz de Larry Olivier sobre un Teatro del WestEnd, en Londres, cuando le ví la primavera de 1980. Pero lo que si seguiré siendo es Peter Pan, el eterno niño que con su imaginación vuela y hace que desaparezcan junto a él, entre nubes, en ocasiones los seres que ama, porque de esa forma todos disfrutaremos en un país llamado: "nunca jamás".. Pero antes de que eso llegue, dejadme deciros que, sé que siempre seré el hombre que va escalando cumbres, siempre vivas mis ansias de conquista, y latiendo en mi un corazón que mueve el viento hacia el Este y otras hacia el Oeste......Por esto, no soy la persona apropiada para enjuiciar sentimientos y amistades que nacen y mueren sobre la raza humana..... Como de lo único que sé escribir es sobre cine, me propongo analizar coherentemente el comportamiento y las vidas de estos actores tejidos con hilo de oro y humo de sueños, como algunas de sus películas. Ellas son esos lienzos de Arte, y rozan temas delicados en su planteamiento, siendo fundamentales para todos los hombres y mujeres que siguen escalando cumbres, o para los que todavía permanecen en la oscuridad de sus armarios.
Hay actores y actrices que ya no están con nosotros y por respeto, voy a obviar nombres y las confidencias que se me han hecho con relación a las aventuras que tuvieron con personas del mismo sexo, algunos figuran como iconos de la interpretación y se les considera una institución en muchos sentidos. Nadie puede decir viéndolos en pantalla que en su vida privada sus inclinaciones eran totalmente opuestas a los personajes que interpretaron, ni mirando con lupa se podría averiguar... pero la lista sería interminable y algunos rostros causarían estupor en los cinéfilos del mundo, dejando que la incredulidad y la sombra de la duda apareciese rápidamente, pero es totalmente cierto. Pongamos por caso que nadie se imaginó nunca que el actor Rock Hudson, hombre conquistador, y galán de galanes, que tuvo en sus brazos a las mujeres mas bellas de la pantalla, cuando dejaba su personaje encerrado en los platós, vivía los mas numerosos de los romances con otros compañeros, como por ejemplo: Tab Hunter, Dirk Bogarde, Tom Clark, Jack Coates y Ron Channel, escritores y algunas personalidades de la política. Estalló su condición cuando se le diagnosticó en Paris la enfermedad del Sida, y lo que la misma significaba, entonces el mundo entero se estremeció, y fué el origen de que salieran a la luz, no solo sus aventuras, sino que eran ciertos los comentarios a puerta cerrada que danzaban por toda la meca del cine. Marc Christian, su último amante, escribió un libro y siempre temió haber sido contaminado por la enfermedad.
Pero no puedo dejar de comentar algunos casos trascendentales, y lo hago mas por la categoría de los actores, que por el morbo que pueda encerrar el mismo. Al margen de su preferencia sexual existe algo mucho mas importante, algo que está por encima del bien y del mal, y es la brillante carrera que ejercieron para deleite de todos los que vemos en el cine ese arte y esa válvula de escape que condiciona nuestra vida en muchos casos. En este punto os ruego me disculpéis. Cary Grant nunca ocultó su bisexualidad, si es que era esa su tendencia, que yo lo dudo. Creo que Cary siempre fué un gay entre la penumbra y la luz, consiguiéndolo a fuerza de evadir el tema, de dedicarse de pleno a su brillante carrera y ofrecernos la imagen de hombre elegante, caballeroso y de modales exquisitos. Cary fué el amante de Randolph Scott durante años, como lo fué de George Cukor en ocasiones y uno de los mejores amigos de Howard Hughes, con el que se dice compartía no solo mesa y lectura, sino otras afinidades, aunque esto ultimo no esta del todo comprobado. Hughes era de la opinión de que podría comprar hombres y mujeres porque todo tenia un precio. También se le relacionó con escritores importantes como Truman Capote, Noel Coward, a los que invitaba en su primera residencia de la playa de Malibú, organizando prolongadas fiestas. Cuando se le preguntaba por estos acontecimientos de su vida privada, el actor siempre contestaba lo mismo;
"A mi también me gustaría ser Cary Grant. He pasado la mayor parte de mi vida fluctuando entre Archie Leach y Cary Grant; sin estar seguro de ninguno, desconfiando de ambos. Fingí ser alguien que deseaba ser, hasta que finalmente me convertí en esa persona, o él se convirtió en mi."
La homosexualidad de Grant está contrastada fielmente y por eso no ha dejado de ser uno de los actores mas brillantes e importantes de Hollywood, un hombre al que todos imitaban y las mujeres amaban. Pero sus preferencias eran otras muy distintas a pesar de sus matrimonios, Grant era un amante de la belleza, de la perfección absoluta. Los actores y actrices que trabajaron con él, como los directores y productores sabían perfectamente las inclinaciones del elegante Cary, y nunca por ello dejó de ser admirado, amado y respetado hasta limites insospechados. Llegando a mantener una relación de gran amistad hasta con la misma Gracia Patricia de Mónaco, en cuyo Palacio, el actor entraba y salía como si fuera su casa, es mas, había veces en que ni siquiera tenia que ser anunciado. Grace Kelly siempre le dijo que Mónaco era su lugar, su casa y ella su mejor amiga. El escritor Marc Elliot, en su biografía "Cary Grant", cuya lectura recomiendo, accedemos a la vida del actor de una manera natural, sin prejuicios, ni ataduras, mostrándonos al Cary que realmente era, al tiempo que el brillo cegador del actor no cesa de embriagarnos en cada una de sus paginas. Cary Grant fué una institución en el cine y su condición de homosexual no restó categoría a su labor de actor.
Otra película con retazos de lesbianismo fue La reina Cristina de Suecia (Rouben Mamoulian, 1933) donde, a pesar de que se cambió la historia para no hacer alusión directa a la homosexualidad de dicha monarca, se mostraba la estrecha amistad que le unía con una de sus sirvientas. Su actriz protagonista, Greta Garbo, junto a Dietrich, se convirtieron en dos iconos lésbicos por excelencia de la historia del cine. En los años 30, la Iglesia católica y ciertas ramas protestantes, a través de la Legión para la decencia y de la Liga de mujeres amenazaron con promover boicots por el contenido de algunas películas que consideraban indecentes y poco ejemplares para la sociedad. Para frenar estas presiones, la industria de Hollywood dio el visto bueno al Código Hays, ideado por Bill Hays, cuyo objetivo era censurar todos los temas considerados indecentes. Entre ellos, se encontraban los desnudos, los besos demasiado ardorosos, el aborto, la prostitución o las perversiones sexuales, entre las que se incluyó como tal a la homosexualidad. Entre 1934 y 1967 la censura estuvo autorizada a cambiar diálogos, escenas, personajes o tramas que no concordaran con los principios del código. Así en Días sin huella (Billy Wilder, 1945) las dudas que su protagonista tiene acerca de su sexualidad, presentes en la novela en la que se basa, son silenciadas. Encrucijada de odios (Edward Dmytryk, 1947) cambiaba el argumento del libro en que se basaba, The Brick Foxhole de Richard Brooks, eliminando las referencias de asesinatos contra homosexuales para convertirla en una película sobre asesinatos de judíos. Tanto en su etapa británica como norteamericana Alfred Hitchcock retrató la homosexualidad en películas como Rebeca o La Soga.
La influencia del cine sobre la propia vida es enorme, su grandeza y capacidad no tiene limites...De él hemos aprendido que el mundo posee historia, magia, fantasía, recursos que muchas veces nos ha servido para afrontar penumbras y la vuelta a un cielo de color, motivos por los cuales nos hizo y nos siguen haciendo volar en nuestros mismos sueños. Dentro de él hemos comprendido una técnica, que con ayuda de la imaginación nos ha hecho conocer a grandes profesionales, seres que llenaban la pantalla, fortaleciendo la mente, los sentidos y el gozo, en una baile orgásmico que no parecía tener fin, cuando en nuestra pubertad era incipiente y en algunos casos concretos hemos sentido el sudor de la mano que nos adentraba en los confines de sus mundos, haciéndolos nuestros. El séptimo arte no es una simple palabra con carisma o repercusión, es el arte mas completo que existe, porque adentrándonos en él, encontraremos pinceladas de Cezanne, adagios inolvidables y las mas grandes historias jamás contadas. Por mis ojos han pasado una inmensa mayoría de películas que la censura nos impedía disfrutar en su totalidad, con nitidez de águila y que al ser decapitada por una esperada democracia, nos las devolvieron en total integridad. De entre sus títulos podría destacar centenares, muchos carecían de un sentido concreto para ser censurados, o tal vez eran victima de mentes enfermizas en su comprensión y planteamiento. Yo, como muchos españoles tuve que sufrir esa injusticia en mis carnes, cuando nos cerraban los ojos al arte. El cine siempre ha sido mi sentido, mi forma de ver, de amar la vida y el mundo, Todavía siento en mi frente el sudor frío en la oscuridad de aquellas salas de programa doble de finales de los sesenta, temblando, cuando buscaba desesperado el orgasmo perdido….Todavía siento las historias que me contaban unos hombres y mujeres a los que no puedo olvidar, a los que venero de forma enfermiza, porque siempre conservarán el mismo semblante, el aspecto atrayente y saludable que yo veía en la pantalla, aunque caminasen entre el polvo del desierto, o la arena de cualquier playa perdida en el infinito. Ellos eran mis portadores de ilusiones y yo me alimentaba de aquel poder de seducción, jugando con sus cuerpos. Los actores nunca dejarán de respirar, sonreír, hablar o embrujar, nunca sus historias serán polvo, ni sus secuencias archivadas en el olvido, porque pasean siempre por nuestra mente, nos hacen recordar frases, sus imágenes y magia quedó para siempre plasmada en películas que viven en nosotros. Somos los únicos que poseemos la llave de los sueños y la cerradura de nuestro desván, está siempre dispuesta a ser penetrada, para volar tras el recuerdo vivo de unas pantallas blanquecinas, que atesoraron el encanto de un arte nunca perdido.
En aquellos años la censura uno de los temas era la supuesta, insinuante o clara homosexualidad que manaba de sus textos, haciéndonos comprenderlo desde otro prisma mas incoherente y conservador, como eran los tiempos que corrían. Nunca he comprendido la fobia mundial que generaba ser homosexual, o gay como se denomina ahora, nunca lo he comprendido, porque será siempre una condición mas del ser humano, una variante del sentimiento, una forma de amar, sin detenernos a pesar si es correcto o nó, simplemente esta ahí y forma parte de la rueda que hace girar el engranaje de los sentidos. El cine nos ha abierto amplios ventanales donde se contaban historias de hombres y mujeres que amaron a personas de su mismo sexo, que sufrieron injusticias y persecución por una hipócrita sociedad que en si misma escondía muchas veces deseos de igual tendencia, desarrollando cientos de historias en las pantallas de todos los cines del mundo, pero advirtiéndonos que aquel film poseía alto peligro. Yo todo esto lo he vivido y aún me estremezco de ira e impotencia. Afortunadamente es historia pasada, aunque no por ello, he dejado de sentir la misma sensación. Lo que el cine de entonces siempre hizo, fué pasar sutilmente por el tema, hacer un rasguño y entregarnos un lienzo salpicado con algunos motivos homosexuales. Afortunadamente la sociedad de entonces, no se parece en nada a la actual y en eso hemos salido ganando todos los que apoyamos la libertad en todos sus puntos. Pero desgraciadamente y en ese sentido han quedado obras que por si mismas son fieles a mi comentario; Rebeca, Becket, Ben-Hur, La gata negra, La Gata sobre el tejado de zinc y muchísimas mas, pero creo que estos cinco ejemplos son una muestra de lo que el cine era y en lo que se quedaba, después de un profundo lavado sobre textos e imágenes. Afortunadamente hoy, en pleno siglo XXI, con solo mencionar el film Brokeback Mountain, tenemos la diferencia..
Durante finales de los años cincuenta comenzaron a insinuarse relaciones entre personas del mismo sexo en algunas películas, y fue entonces cuando la censura tuvo otro lienzo a triturar, comenzando su tarea de dura y notoria. Films como Ben-Hur, pudieron sortearla gracias al tratamiento casi subliminal de la relación gay que sugiere la película y que en algunas escenas concretas salpica la pantalla. Según el guionista del film, el escritor Gore Vidal en un documental que se realizó titulado: " El celuloide oculto ", dijo que Ben-Hur era una historia que giraba alrededor de una relación homosexual que mantuvieron los dos personajes masculinos principales durante su adolescencia y que en el film es tratada como una simple y llana amistad. No ocurrió lo mismo con la obra de Kubrick "Espartaco", película en la que la censura eliminó la escena en la que se podía ver al esclavo Tony Curtis bañar a su amo Olivier, mientras ambos hablan veladamente de homosexualidad, afortunadamente el film ha sido totalmente restaurado y doblado de nuevo, quedando en la cuneta de los pasos falsos la referida secuencia. Existen centenares de Films, sería una labor interminable comentar cada uno de ellos, pero me centraré en los que figuran como iconos famosos de los estragos de la censura. No me va a ser fácil, porque hay ejemplos como el de " La gata sobre el tejado de zinc" y " De repente el último verano", ambas basadas en rotundos éxitos teatrales y escritas por Tennessee Williams y que fueron cruelmente masacradas por las tendencias de algunos de sus protagonistas, dejando que no se mostrasen con total claridad las inclinaciones amatorias de muchos de ellos. Durante casi treinta años, la censura estuvo autorizada a cambiar diálogos, escenas, personajes o tramas que no concordaran con los principios del código establecido y así en "Días sin huella", las dudas que su protagonista tiene acerca de su sexualidad y que están presentes en la novela en la que se basa el guión, se silencian totalmente en el film. En "Encrucijada de odios", grandiosa película, que está basada en un libro que trata sobre unos asesinatos de gays, se convirtió de la noche a la mañana en una película sobre el asesinato de unos judíos. La nueva censura prohibió cualquier referencia explícita al tema, pero no pudo eliminar todo. Aunque la mayor diferencia con el periodo anterior estaba en que los homosexuales dejaron de ser elemento cómico para asumir el papel de villanos, más acorde con el concepto que el Código Hays quería transmitir a toda la sociedad y que ésta aceptaba a regañadientes. De esta forma películas como, REBECA o SIN REMISIÓN, mostraban a lesbianas capaces de perseguir sus objetivos sin ningún escrúpulo, mientras que en "Young Man with a Horn", la actriz Lauren Bacall interpretaba a una mujer bisexual que vive una vida desordenada.
Resulta paradójico que en pleno siglo XXI, cuando la legalización entre personas del mismo sexo son un hecho y se le dá el lugar que corresponde, al lado de otras opciones igualmente validas, se recuerden las historias trágicas que tuvieron que vivir muchas mujeres y hombres del cine, como por ejemplo: Que unos Estudios inventaran para Rock Hudson amantes femeninas que nunca existieron o para James Dean idilios con Natalie Wood o Pier Angeli, cuando de todos era sabido que el actor era un gay totalmente convencido, o que el mismo Cary Grant deseaba mas como compañía en la cama a los hombres, que a las mujeres. Sin olvidar a Marlene Dietrich, intentando seducir en la pantalla a Jefes de Estado, escritores o héroes de leyenda, cuando en realidad amaba a las mujeres. Tal vez pienso a veces, que era otra sociedad, tal vez la política empleada por los estudios de cine era mas propia de un cuento de hadas, que reflejo de la vida misma..... Creo sinceramente, que la historia ha sido cruel en este punto y el cine un campo apropiado donde plantar la semilla de la hipocresía mas absoluta. Y es así como los actores van componiendo una estampa propia de los prototipos que les toca interpretar en pantalla, hasta adentrarse en su mas íntimo Manderley. Algunos han utilizado sus encantos para poder divisarlo como si todo fuera natural, otros se han dejando manipular por los Estudios y hasta en nuestros días, nombres como Tom Cruise, Kevin Spacey, Kevin Kline o John Hurt, se han visto mezclados en historias de homosexualidad. Creo que lo mas importante de esta profesión es el trabajo en sí, y algunas actrices de ahora, sucumben ante el morbo mas explicito, sobre todo si su nombre brilla sobre alfombras rojas, solo figuras como Greta Garbo y Marlene Dietrich, consiguieron estar por encima del murmullo, las sucias historias o los libros que se han publicado.
El cine de hoy no da a la homosexualidad la enorme importancia con que se la dibujaba hace 30 o 40 años, es mas, los guiones como "PHILADELPHIA", son magníficos alegatos a favor y en defensa de los seres victimas del SIDA, que lo viven abiertamente para nosotros en pantalla. Se puede conseguir realizar un gran film, con enormes cantidades de carne dispuesta a ser abierta en canal, y hurgar dentro, sacando a la luz escondidos sentimientos, sin que se tenga que modificar un texto, un dialogo o un simple encuadre. ¿Se puede hoy hacer retroceder el tiempo y rodar un film como LA GATA SOBRE EL TEJADO DE ZINC, respetando la idea original de Williams?, seria fantástico, asombroso, pero reconozco al mismo tiempo que desaparecería ese encanto de la sugerencia por la realidad, y el film de Brooks perdería toda la ambigüedad que tiene. ¿Imaginan el final de LA CONDESA DESCALZA de Joseph. L. Mankiewicz, de no haber cambiado el problema del conde que no era otro que ser gay?, pues ahí está el encanto del desencanto, o la muestra de como una película, magníficamente interpretada, con una factura envidiable, deja de ser una obra comprometida para convertirse en una simple buena película.
A propósito de LA CONDESA DESCALZA, Mankiewicz dijo:
" Escribí un magnifico guión y unos actores de categoría, pero al cabo de los años veo con tristeza que mi querida María no estaba descalza, su problema era que llevaba un solo zapato y éste era de tacón alto".
. Debo mucho al cine, él siempre me indicó el camino a TARA, siempre me hace volver a mis origines, y como si de Escarlata O´Hara se tratase, busco mis raíces entre la tierra roja, aunque ahora huelan a locales oscuros, a celuloide, y a palomitas de maíz. Ello me hace sentirme mejor, y no por ello oculto mi cabeza tras el ala del avestruz. Sigo explorando los caminos serpenteados de mi Manderley particular, y aunque a veces el llanto y la rabia no me deja seguir, me limpio las lagrimas con las verdes hojas del camino y me alimento, aunque mal, de lo que es el cine ahora. Hay excepciones, en ellas confío, pero siempre miro con nostalgia el pasado, porque sé que como aquellos caminos serpenteados que me descubrió el film REBECA de Alfred Hitchcock, nunca mas volverán.
En cualquier callejón de una Venecia nocturna, mientras la cámara recorre en magistral travelling las figuras anónimas y los rincones palaciegos cercanos al canal, una góndola sigue su navegación majestuosa, mientras las figuras masculinas ejercen su oficio con el pensamiento de que es lo mas parecido al amor. La mano maestra y el ojo sabio de un Visconti en su mejor momento, recrea la ciudad como solo él podía hacerlo para su "Muerte en Venecia", dejando que el celuloide plasme la realidad de un sentimiento, una forma de vivir, un trozo hecho añicos, dando entrada para la eternidad sin él pensarlo, a una secuencia que muy bien se podría decir que refleja el destello en un ojo dorado y así la creó para la inmortalidad.
El cine me da la razón, él siempre es ese amante que nunca miente, sus secuencias síntesis de palabras, reflejo de caricias, resultado de búsquedas....
Ya va siendo hora de que el hombre descanse en su lugar, como el guerrero victima de desamores, vislumbró un buen día como se erigía su reposo en lo alto del crepúsculo de sus dioses.