COMENTARIOS

A

mailto:cineparaiso2@gmail.com

 

GENE KELLY

Bailando sobre fuego

 

 

 

 

 

 

 

 

"Pertenecí a la generación que sudaba la camisa y quería que el baile fuera, en trajes y movimientos, algo similar al mundo en que vivíamos. Mi baile se basaba en lo que yo creía era el espíritu del hombre común, el proletario de este país"

Gene Kelly

 

 

 

 

 

Alcanzó la fama mundial y formó parte de una generación de oro, con grandes artistas como Frank Sinatra o Fred Astaire y su eterna compañera Ginger Rogers. Además de su talento, debemos su estrella al buen ojo que tuvo su madre, pues ella fue la responsable de que Gene y sus hermanos se interesaran por el mundo del baile. Nacido en uno de los barrios más humildes de Pittsburgh, en Pensilvania (Estados Unidos), Gene se crio en el seno de una familia obrera, su padre era vendedor de fonógrafos. Sin duda, un gran cambio si tenemos en cuenta su vida posterior y el legado que dejó. Un actor multidisciplinar que brilló bajo los focos de la meca del cine durante décadas, pero que también tenía numerosas sombras en su vida personal y profesional... numerosas biografías se encargan de recordar...Durante la depresión económica de 1929 que sacude los Estados Unidos y mientras acababa sus estudios universitarios (se licenció en Económicas en 1933), Kelly comenzó a trabajar en diversos oficios para ayudar a sacar adelante a su familia. Finalmente, y como negocio familiar, inauguran una primera academia de baile en Pittsburgh y después una segunda en Johnstown, en las que Kelly trabaja como codirector y profesor de baile. Cuando las academias empiezan a funcionar, él cree llegado el momento de viajar a Nueva York e intentar encontrar trabajo como coreógrafo.

Así, en sus comienzos y con la firme decisión de convertirse en una figura del baile, Gene viaja a Nueva York y en poco tiempo consigue un gran éxito en Broadway protagonizando el musical Pal Joey, en el que conoció a un bailarín del coro, Stanley Donen. Kelly reconoció en él importantes cualidades técnicas y le ofreció trabajar como ayudante. Con esta obra llamó la atención del famoso productor David O. Selznick y del presidente de la MGM Louis B. Mayer. Selznick le ofrece un contrato para trabajar en Hollywood, en donde se instala un año más tarde junto a su mujer Betsy Blair. Desafortunadamente, Selznick no estaba interesado en producir musicales y pensó que Kelly podría convertirse en un gran actor dramático, dejando de lado su carrera de bailarín. Sin embargo, Gene no estaba muy entusiasmado con la idea, por lo que recibió con agrado una oferta de la Metro-Goldwyn-Mayer para protagonizar junto a Judy Garland, Por mi chica y por mí, dirigidos por el coreógrafo y director Busby Berkeley.. La película en la que se ponía de manifiesto una química entre los dos protagonistas recibió muy buenas críticas, e hizo que Gene se convirtiera en el centro de atención de Hollywood.

 

 

 

 

 

 

 

Realizó una serie de películas con la MGM, y el film Las modelos, con Rita Hayworth. En esta película coreografía, con la ayuda de Stanley Donen, uno de los números de baile más revolucionarios de la historia del musical americano, el Alter Ego, un complejo duelo entre el personaje de Kelly y su conciencia que resulta ser un gran éxito Las cosas le iban bien hasta que Pearl Harbor fue bombardeada y Gene decide alistarse y luchar por su país. Aunque en un principio no se lo permitieron, se alistó y dirigió unos documentales patrocinados por el ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial. A su vuelta revitalizó su popularidad con películas como Levando anclas, junto a Frank Sinatra, que incluye un célebre número musical junto al personaje de animación de Tom y Jerry; Ziegfield follies de Vincente Minnelli, de nuevo con Judy Garland y coincidiendo también con Fred Astaire y Lucille Ball; El pirata, de Vincente Minnelli, en el que compartía cartel con Judy Garland de nuevo) y Los tres mosqueteros (The three Musketeers, 1948; de la mano de George Sidney). En esta última, todo un éxito en su momento y no musical, estuvo acompañado por June Allyson, Lana Turner y Van Heflin. Con Un día en Nueva York hizo su debut como director junto a Donen. La película la protagoniza junto a Frank Sinatra y Vera Ellen. Fue tal el éxito alcanzado, que la película ha marcado historia en el cine musical. Por primera vez una película musical es rodada en escenarios exteriores reales, convirtiéndose la ciudad en la verdadera protagonista del filme. El estudio se dio cuenta del potencial artístico y creativo de Kelly y decidió darle mayor libertad a la hora de poner en práctica sus ideas. Esa libertad fue la que hizo posible que se realizaran los dos musicales más recordados de todos los tiempos. Un americano en París, fue la película que elevó a Kelly al rango de superestrella. Fue uno de los mayores éxitos del año, llegando a conseguir seis Premios Óscar de la Academia, entre los que destacan el de "Mejor película", y uno honorífico por la versatilidad de Gene como actor, cantante, bailarín, director, coreógrafo y, más concretamente, por su aportación al género del musical.

 

 

 

 

 

 

 

Al año siguiente, volvió a hacer historia dirigiendo, coreografiando y protagonizando Cantando bajo la lluvia, al lado de Donald O'Connor y Debbie Reynolds. Aunque en la actualidad está considerada como el mejor musical de todos los tiempos y una de las mejores películas de la historia, en aquellos años se vio eclipsada por el éxito de su predecesora. En 1954 continuó su fructífera colaboración con Vincente Minnelli en un film no muy apreciado en su día pero que se ha ido revalorizando con el tiempo, Brigadoon, especie de continuación en tono de melodrama nostálgico y amargo de la citada Un día en Nueva York, también resultó ser muy alabada por la prensa y aunque no por el público debido al tono pesimista. En 1956 rodó en Inglaterra uno de sus proyectos personales más ambiciosos: Invitación a la danza. Tras esta gran oleada de éxitos, la carrera de Kelly empezó a declinar y a perder el esplendor conseguido. Apartado ya del musical, en 1960 realizó una de sus mejores interpretaciones en medio de un impresionante duelo interpretativo entre los legendarios Spencer Tracy y Fredric March en la película La herencia del viento... Tanto su vida profesional como la personal se encontraban en un momento muy difícil. En 1957 su matrimonio de quince años con Betsy Blair había terminado debido a la necesidad de crecimiento personal de Betsy. En 1960 Kelly se casó con Jeanne Coyne, quien desde hacía muchos años había sido su asistente y ayudante coreográfica y que años atrás había mantenido un breve matrimonio con su amigo Stanley Donen. De esta unión nacerían dos hijos, Tim y Bridget  En 1967, Gene Kelly participó en la clásica producción animada Jack y las habichuelas mágicas. Esta maravillosa realización, mezcla de animaciones y personajes reales, cuenta las aventuras de Jeremy junto a Jack, quienes suben por el tronco de una habichuela gigante hasta el palacio de un ogro.  

 

 

 

 

 

Después de unos años de aparente olvido, recuperó la fama al dirigir a Barbra Streisand y Louis Armstrong en Hello, Dolly!, así como a James Stewart y Henry Fonda en El club social de Cheyenne (The Cheyenne Social Club, Sin embargo, cuando Gene estaba empezando a conseguir mejores películas y mejores papeles, sufrió un duro golpe en su vida personal al diagnosticársele a su mujer leucemia, enfermedad de la que fallecería en 1973. decidió dedicarse a ellos y, a partir de ese momento, rechazó todos aquellos proyectos que pudieran tenerle lejos de Los Ángeles (California) durante un largo período. Erase una vez Hollywood (1974), Hollywood, Hollywood (1976), y That's Entertainment III (1994), la tercera de estas exitosas películas antológicas sobre el cine musical y la comedia de los años dorados del cine estadounidense, fueron seguramente sus últimos filmes reseñables. Durante la siguiente década, Gene realizó algunas intervenciones en televisión aceptando ocasionalmente algún trabajo como director. En 1980, realizó su última aparición en un musical pero, desafortunadamente Xanadu resultó todo un fracaso, aunque eso no impidió que la banda sonora, en la que él interpretaba y bailaba Whenever you're away from me a dúo con Olivia Newton-John, fuera un gran éxito de ventas.  En 1985, recibió, entre otros muchos premios, el del "American Film Institute" en homenaje a toda su carrera profesional. Una vida longeva y cargada de experiencias entre las que también se encuentran su paso por España en 1981 para rodar el célebre anuncio navideño de Freixenet, donde el equipo no quedó muy satisfecho con su trabajo, como narraría años después el fotógrafo y publicista Leopoldo Pomés a 'El Mundo'. Kelly dio entonces muestra de su indiscutible poder. Aunque permaneció atento y amable con el equipo, no dudó en despedir a un pianista y rechazar las partituras que Augusto Algueró.

 

 

 

 

 

 

Sus inicios en el cine tampoco habían dejado un buen sabor de boca para los que trabajaron con él. El intérprete fue escalando en la industria, muchas veces a costa del maltrato que recibían algunas de sus compañeras de baile. Si bien nadie duda de que fue un gran actor, muchos recuerdan su lado egocéntrico, especialmente aquellas que fueron sus 'víctimas'. En la biografía 'He's Got Rhythm' ('Él tiene ritmo'), las hermanas Cynthia y Sara Brideson destaparon el lado oculto de este genio del baile. Al parecer, la única forma de resarcirse ante la tremenda inseguridad que Gene Kelly sentía era tratar a sus colegas como esclavas. Tanto es así que Debbie Reynolds,  cojeó y sangró por los pies durante días cuando le llegó el momento de grabar la canción 'Good Morning' en 'Cantando bajo la lluvia'. De la misma manera, Esther Williams se quejaba de sufrir lesiones de escoliosis en la espalda porque el actor no soportaba que fuese más alta que él y la obligaba a encogerse. No solo con sus compañeras femeninas tenía diferencias, con Frank Sinatra también tuvo numerosas tensiones durante el rodaje de 'Un día en Nueva York', el primer musical rodado fuera de un estudio de cine, donde las estrellas no conectaron en absoluto.Más allá de su trabajo, sus biógrafos le definen como una persona muy culta, que adoraba los juegos de mesa y de memoria y que hablaba francés. Aunque su pasión por los juegos le hizo perder amigos, ya que el coreógrafo Bob Fosse y el músico André Previn, dejaron de ir a las veladas que organizaba en su mansión, cansados de que el actor siempre tuviera que ganar a toda costa, haciendo que las noches fueran más competitivas que divertidas. Comportamientos excéntricos y actitudes que definen a un hombre cargado de complejos, según sus biografías. Algo que pudo arrastrar desde la infancia cuando los niños se reían de él por dedicarse al baile. En cualquier caso, el bullying, lejos de amedrentarle, le animó a conseguir sus sueños...

 

 

 

 

 

Gene Kelly murió el 2 de febrero de 1996 por complicaciones de dos ictus sufridos en julio de 1994 y en febrero de 1995.

 

mailto:cineparaiso2@gmail.com